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ZAPPER DRA. HULDA CLARK
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CÁNCER: ¿QUÉ ES Y QUÉ LO CAUSA?

EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER

SEGÚN LA DRA. HULDA R. CLARK

Artículo tomado de la página Discovery Salud

Entre las terapias naturales para el tratamiento del cáncer la propuesta por la doctora australiana Hulda R. Clark constituye quizás la que más compromiso personal le exige a un enfermo para lograr su recuperación. Un método que parte de la eliminación de toda clase de parásitos del interior del cuerpo humano al entender que algunos son los responsables de muchas enfermedades. Y uno en particular -el Fasciolopsis Buskii- el principal responsable del cáncer. Además aboga por lanecesidad de eliminar todo tipo de contaminantes químicos, tanto del entorno como de los alimentos y de los productos de uso corporal. En todo caso, la base de la mejoría que afirma lograr con sus pacientes está en un tratamiento con plantas y en un cambio radical en los hábitos de vida. Se lo explicamos.


Cuando los tratamientos convencionales fallan nadie debería discutir el derecho de los enfermos a buscar soluciones a su enfermedad. Es más,  los tratamientos convencionales no pueden asegurar la curación (¿es posible en algún caso?) tampoco se debería negar al enfermo de cáncer -ni al de cualquier otra patología- la posibilidad de acceder a tratamientos alternativos o complementarios que puedan al menos mejorar su calidad de vida. Máxime cuando son hoy muchos los tratamientos naturales a los que se puede acceder en el mundo y elegir cuál seguir es un acto de responsabilidad individual que nadie puede asumir salvo el enfermo porque a fin de cuentas es su vida la que está en juego. Y éste no puede planteárselo sin la adecuada información. Por eso en esta revista hemos asumido la responsabilidad de acercar a nuestros lectores tanto puntos de vista nuevos sobre el origen o causa del cáncer como algunos de los numerosos tratamientos propuestos para superarlo.


En esta ocasión hablamos de Hulda Regehr Clark, una conocida doctora cuya principal afirmación es que algunos de los parásitos que entran en nuestro organismo -de las más variadas formas- son los responsables de buena parte de las enfermedades crónicas y degenerativas que padece el ser humano, incluido el cáncer. Según afirma, el ser humano sano alberga normalmente en su cuerpo muy diversos tipos de bacterias -virus, hongos y otros parásitos- pero los mantiene bajo control en el intestino de donde normalmente son expulsados con las heces. Sin embargo, las cosas cambian cuando éstos logran atravesar las paredes del intestino, penetrar en otros tejidos y, simultáneamente, el cuerpo se contamina con productos químicos o metales pesados ya que entonces la presencia de los parásitos -sobre todo, de sus larvas- provoca cambios celulares que dan lugar a muy diversas patologías, cáncer incluido.


Pues bien, partiendo de tal premisa Hulda Clark ha desarrollado un método terapéutico que se caracteriza primordialmente porque exige la máxima colaboración de sus pacientes. Claro que nos han acostumbrado erróneamente a traspasar la responsabilidad de nuestra curación a los médicos y a confiar sin más en su arsenal terapéutico cuando esa responsabilidad es nuestra, no suya. ¿Cómo puede extrañarnos pues que la mayoría de las personas ignore cómo alimentarse correctamente, rechace los consejos sanitarios más elementales sobre prevención de la salud y adopte, incomprensiblemente, comportamientos que conducen directamente a la enfermedad (exceso de alcohol, tabaco, grasas...)? La verdad es que actuamos de espaldas al sentido común a la hora de mantener el bienestar físico y psicológico, y cuando enfermamos de gravedad acudimos asustados en busca de alguien que nos cure. Y eso no es tan fácil.


HÁBITOS ERRÓNEOS


Ni siquiera la medicina convencional niega hoy la absoluta necesidad de modificar los hábitos erróneos cuando se intenta recuperar la salud perdida. De hecho, forman ya parte de la lista oficial de cambios necesarios para prevenir el cáncer. Ahora bien, no es menos cierto que las terapias naturales son mucho más firmes en esa exigencia. Cualquiera de ellas hace especial hincapié en la nutrición, en la necesidad de adoptar hábitos más saludables de vida, en optar por alimentos naturales... Aunque quizás ninguna apele tanto a la responsabilidad individual, al compromiso personal con su restablecimiento, como las técnicas para el tratamiento del cáncer de la doctora Clark. Pero, ¿de quién hablamos?


De origen australiano, Hulda Clark se licenciaría en Fisiología y Biología -con mención honorífica- en la Universidad de Saskatchewan (Cánada) así como en Biofísica y Fisiología Celular en la Universidad de Minnessota (EEUU) donde obtendría también su doctorado en Fisiología. Actualmente dirige el Century Nutrition Clinic en Tijuana (México) a donde se trasladó a trabajar para eludir problemas con las autoridades sanitarias de Estados Unidos. Esta doctora ha dedicado gran parte de su vida a la investigación del cáncer y defiende con determinación que para vencerlo es necesario -entre otras cosas- un compromiso personal que va más allá de un ligero cambio de costumbres alimenticias e higiénicas. A su juicio, cualquier proceso de mejoría de una enfermedad grave exige normalmente introducir modificaciones drásticas en los hábitos de vida del enfermo, hábitos que muchas veces éste no cree que tengan relación con la salud. Así, Hulda Clark recomienda a todo enfermo con alguna patología grave -no a las personas sanas aunque también sean recomendables algunas de sus sugerencias son que:


-Se extraiga las amalgamas dentales y cualquier otro metal contaminante de la dentadura –a fin de que el organismo no se envenene- así como los dientes muertos.


-Cambie las tuberías de su casa si son de cobre para que su cuerpo deje de envenenarse con las partículas que desprende ese metal en el agua.


-Deje de tomar alimentos envasados, enlatados y precocinados y se alimente sólo con alimentos frescos y naturales para evitar los contaminantes químicos que utiliza la industria alimentaria (conservantes, colorantes, aromatizantes, espesantes, acidulantes edulcorantes, potenciadores del sabor...).


-Abandone la costumbre de aplicarse productos de higiene personal (lacas, fijadores colorantes, tintes, desodorantes, etc.) porque la inmensa mayoría contienen químicos tóxicos.


-Se vaya a vivir a otro lugar si su casa o entorno son contaminantes (problemas telúricos cercanía de torres de alta tensión o antenas de telefonía, etc.).


-Trabaje en un entorno laboral sano. Cambiando de trabajo si es
necesario.


-Limpie a fondo la casa y se desprenda de todo producto químico de
limpieza.


-Prescinda de la nevera o la sustituya por una que no use gas freón.


-Mande a sus mascotas de "vacaciones". En suma, parece obvio que la parte más difícil de la propuesta de la Dra. Clark para afrontar una enfermedad grave está en la asunción de un compromiso personal para lograr una completa modificación de la forma de vivir.


¿ES EL PARÁSITO FASCIOLOPSIS BUSKII DETERMINANTE EN LA APARICIÓNDE UNCÁNCER?


Para la doctora Clark -como adelantamos- el cáncer lo provoca la presencia de un parásito cuando se combina con contaminantes químicos y el sistema inmune está débil. Nos referimos al Fasciolopsis Buskii, un parásito de la especie Trematodo que suele llegar a intestino humano a través de la comida, las relaciones sexuales, la saliva, el contacto físico con animales, etc. Se trata de un parásito que al llegar a su fase adulta puede originar cuando no ha sido expulsado del intestino, una colitis, un colón irritable u otra enfermedad.. pero no un cáncer o una enfermedad degenerativa. Incluso puede no llegar a manifestarse su presencia, según la doctora Clark, sólo se convierte en grave cuando el parásito -por diversas razones- se instala en un órgano. Y eso sólo es posible si en el hígado existe un contaminante: el alcohol isopropílico. Cuando eso ocurre, el hígado, imposibilitado de metabolizar el alcohol propílico si hay presentes hongos y otros elementos contaminantes trata de librarse de él descargándolo en el intestino a través de los conductos de la bilis. Entonces, si en el intestino el alcohol se encuentra con los huevos del parásito -millones normalmente-, disuelve las cáscaras de los mismos, las diminutas larvas se liberan, entran en la sangre y se expanden por todas partes instalándose en distintos órganos donde crecen convirtiéndose en adultos. Cabe añadir que los parásitos se mueven atraídos por los contaminantes.


El problema es que el desarrollo de las larvas lleva aparejado un proceso de activación celular destinado a su supervivencia. Y es ese hecho el que provoca la proliferación incontrolada de las células cercanas provocando un tumor cancerígeno. Clark se apoya en el hecho -constatado mediante biopsias- de que en el 100% de los casos de cáncer de hígado, por ejemplo, se encuentra presente la combinación Fasciolopsis Buskii + alcoho isopropílico. Un sorprendente dato que los oncólogos no deberían ignorar. Obviamente, si el parásito se aloja en el interior de un tumor benigno también lo maligniza o canceriza.


¿Y qué es alcohol isopropílico? Pues se trata de un disolvente derivado del petróleo que actualmente se usa como antiséptico en algunas marcas de cosméticos, perfumes, jabones productos para afeitarse, desodorantes, champús, geles de baño, lacas del pelo y colutorios bucales. Lo malo es que se usa también para esterilizar las tuberías de las máquinas de envasar productos alimenticios por lo que casi todos los alimentos envasados contienen trazas. Lo mismo que los colorantes, aromatizantes y otros aditivos artificiales. Asimismo, debe saberse que existe una familia de bacterias llamada Clostridium que se establece entre los empastes dentales, coronas, etc. y llegan a colonizar el intestino -a veces también el esófago y el estómago-, algunas de cuyas especies producen alcoho propílico. Obviamente, cuántas más áreas del intestino invaden más alcohol propílico producen. En definitiva -y con carácter general-, Clark considera que para que se desarrolle un proceso canceroso es preciso que se de una triple coincidencia: la presencia del parásito Fasciolopsis Buskii, la existencia de un metal o contaminante químico tóxico... y un organismo con el sistema inmune debilitado.


Hulda Clark especifica aún más la cuestión ya que afirma que será el tipo de contaminante presente en el organismo el que determinará que se desarrolle una u otra patología. Así, en su libro The Cure for all cancers (Ed. New Century Press) asegura por ejemplo que:


-Los Fasciolopsis Buskii adultos presentes en el hígado en combinación con alcoho isopropílico causan cáncer.


-Los Fasciolopsis Buskii adultos presentes en el páncreas, en combinación con alcohol de madera, provocan diabetes.


-Los Fasciolopsis Buskii adultos presentes en el timo, en combinación con benceno propician la aparición del SIDA.


-Los Fasciolopsis Buskii adultos en el cerebro, en combinación con tolueno o xileno, causan la enfermedad de Alzheimer


-Los Fasciolopsis Buskii adultos presentes en los riñones causan la enfermedad de Hodgkin la endometriosis si están el útero y una prostatitis crónica si se instalan en la próstata y existen otros disolventes allí. Y, finalmente,


-Los Fasciolopsis Buskii adultos en la piel causan el sarcoma de Kaposi.


EL TRATAMIENTO DE HULDA CLARK


En suma, Hulda R. Clark parte de la base de que son algunos parásitos, en conjunción con los numerosos agentes químicos tóxicos que se introducen en nuestro organismo, los que provocan la mayoría de las enfermedades graves. De ahí que insista tanto en que lo primero que debe hacer un enfermo grave es desintoxicarse por completo... y evitar seguir intoxicándose. Para lo cual, además de lo ya dicho, debe hacer cuatro cosas fundamentales:


-Eliminar del interior del cuerpo los parásitos en todas sus fases.


-Evitar la contaminación con alcohol isopropílico, contaminantes químicos y metales pesados.


-Eliminar del entorno los metales pesados y tóxicos comunes.


-Adoptar una forma de vida sana incluyendo hábitos dietéticos correctos.


Analicemos más detalladamente esos consejos:


1) Eliminar los parásitos.


Conviene recordar que hace no más de 50 años la gente acostumbraba a realizar purgas periódicas -incluidos los niños- con aceite de ricino, sales de magnesio u otros medios. Se trataba de un buen método para eliminar los parásitos más comunes y limpiar el organismo de los tóxicos que se iban acumulando en él. Sin embargo, en pleno siglo XXI hemos perdido esa en apariencia "bárbara" costumbre y como consecuencia nuestros organismos están invadidos de todo tipo de parásitos y productos químicos indeseables que limitan nuestra respuesta inmune. ¿Y qué puede hacerse? La doctora Clark propone un método natural para eliminar los parásitos que consiste en tomar una mezcla de tres productos antiparasitarios de amplio espectro: el nogal negro, el ajenjo y el clavo. Estos tres productos, combinados, permiten eliminar rápidamente más de 100 parásitos diferentes sin efectos secundarios.


Se trata también de un método preventivo porque, según la doctora Clark, eliminando los parásitos no puede producirse cáncer en un tumor benigno ni, en el caso de haber ya un tumor canceroso, producirse metástasis. En este segundo caso el tumor permanecería controlado y sin posibilidad de expandirse. Es muy útil además ingerir suficiente vitamina C ya que se trata de un complemento imprescindible que además de prevenir y ayudar en numerosas enfermedades -incluido el cáncer- sirve para desintoxicar el cuerpo de muchos hongos que se introducen en nosotros con la alimentación: pan, frutos secos, cerveza vinagre de manzana, siropes, frutas, verduras...


2) Alimentarse sólo con productos naturales.


Una dieta limpia y sana es una dieta libre de químicos tóxicos. Y hoy es difícil encontrar alimentos no contaminados, tanto los procesados industrialmente como los de campo (a causa de los fertilizantes, pesticidas, conservantes, colorantes...) Afortunadamente podemos optar por productos ecológicos que, en buena medida, están libres de contaminantes. El problema es que la carne y el pescado no están en una situación mejor. Ambos alimentos deben cocerse a fondo para eliminar los parásitos que pudiera haber en ellos. En todo caso la Dra. Clark insiste en la importancia de una alimentación natural tomando siempre productos frescos comprados en el mercado. Nunca comida preparada, envasada o enlatada. Sin colorantes, conservantes, espesantes, edulcorantes, saborizantes u otros aditivos. Y, por supuesto, hay que desechar también la comida frita.

En cuanto a la leche, recomienda que se esterilice siempre hirviéndola con un pellizco de sal, a su juicio la pasteurización no es suficiente- para asegurarse de la completa eliminación de la Salmonella, la Shigella, el Clostridium y el Rhizobium.

En cuanto a la bebida sólo considera aceptables el agua, la leche, las tisanas y los zumos de verduras y frutas frescas no golpeadas. En este aspecto, la Dra. Clark advierte que es muy frecuente encontrar contaminantes en las bebidas comerciales. Como benceno en el agua y los zumos de frutas embotellados, tolueno y xileno en las bebidas con gas, cloruro de metileno en los zumos envasados... y muchos otros tóxicos.


En lo que se refiere a los útiles para cocinar pueden usarse los de vidrio, cerámica, metal esmaltado y los específicos para microondas. Asimismo, recomienda no usar nunca papel de aluminio para envolver los alimentos. Tampoco debe calentarse el agua en cafeteras o teteras metálicas. Ni cocinar con agua caliente de grifo. En cuanto a los termos, siempre con el interior de vidrio. Finalmente, no debe consumirse el aguafría que proporcionan los frigoríficos modernos.


3) Evitar el alcohol isopropílico, los contaminantes químicos y los metales pesados.


Como casi todo lo que nos rodea está hoy contaminado, la Dra. Clark aconseja rechazar o tirar a la basura cualquier producto que contenga alcohol isopropílico. Según asevera, e 100% de los enfermos de cáncer tienen ese disolvente en el cuerpo y en los órganos afectados. Las personas sanas, no. ¿Conclusión? Cualquier productoque contenga e término "...pro..." en su composición debiera ser arrojado a las tinieblas. Por otra parte, muchos cosméticos y productos corporales incorporan además titanio circonio, benzalconio, bismuto, antimonio, bario, estroncio, aluminio, estaño, cromo benceno, PCB y colorantes. Y todos son tóxicos. De hecho, piense que todos los metales introducidos en el organismo refuerzan las bacterias y los hongos además de romper las cadenas de ARN y ADN. Hasta el agua que bebemos está contaminada. 

En unos casos se trata de aguas fluoradas. Y el flúor no es que produzca efectos dañinos en el cuerpo - debilita los huesos y produce fluorosis debilitando y manchando los dientes- sino que es incluso algunos especialistas lo consideran cancerígeno. Y otro tanto cabe decir del peligro del cloro que se utiliza para desinfectar las aguas que bebemos en las grandes poblaciones.


4) Retirar de la boca las amalgamas y cualquier otro elemento metálico.


Como ya hemos dicho, la Dra. Clark se opone también al uso de amalgamas de mercurio en la dentadura (vea el artículo al respecto en el nº 54 de Discovery DSALUD) así como al de cualquier otro material contaminante en coronas, puentes, ganchos, refuerzos, etc. Y ello porque -afirma- puede ser causa de depresión, asma, aumento de tensión arterial insuficiencia renal, abortos espontáneos, problemas coronarios y cerebrales, depresión de sistema inmune, etc. A su juicio, en la boca sólo una sustancia es admisible: el metacrilato de color claro. Tampoco olvida advertir del peligro de contaminación por bacterias, algo demasiado habitua en las consultas de los dentistas.


5) Eliminar del entorno los metales pesados y los tóxicos más comunes.


Como también hemos dicho ya, en el entorno del enfermo no debe haber nada que contenga sustancias contaminantes. Así que tendrá que cambiar la nevera si utiliza el gas freón como refrigerante (todo tumor tiene altas concentraciones de freón) y eliminar también en lo posible la fibra de vidrio de su entorno, presente como aislante en los conductos de aire acondicionado, paredes de calentadores de agua, estufas, hornos y algunos otros aparatos. Lógicamente, el proceso preventivo pasará también por limpiar los sótanos o lugares donde se almacenen productos químicos que pueden tener pérdidas, disolventes pesticidas, ceras... Y lo mismo cabe decir del garaje que debe ser completamente aislado de la casa en caso de que existan puntos de comunicación como puertas o ventanas. El proceso se debe completar eliminando de las habitaciones -especialmente en las que se duerme- todo producto no natural. Empezando por el dormitorio, habría que retirar todo lo que no es natural: jabones, velas, ambientadores, esmaltes de uñas perfumes, sprays, etc. Y en la cocina lo mismo. Use vinagre blanco para la limpieza, bórax (el borato de sodio utilizado para la fabricación de jabones y detergentes así como disolvente y preservativo en medicina) y jabón hecho en casa. Los insecticidas, venenos para cucarachas y similares sobran; deberán ser sustituidos por medios naturales. La casa no debe tener paneles ni papel pintado y las tuberías no deben ser de cobre. Y se puede, caliente la casa con leña en lugar de usar gas o petróleo. En el baño se prescindirá igualmente de todo producto que tenga olor. En cuanto al papel higiénico debe de ser blanco y no
perfumado.


6) Alejar del entorno laboral todo producto no natural.


Las recomendaciones de la Dra. Clark respecto al lugar de trabajo parecen obvias: si trabaja en un lugar donde se manejen productos químicos o tóxicos (pinturas, disolventes, tintas imprentas, fibra de vidrio, amianto, hidrocarburos, alimentos empaquetados, productos farmacéuticos, etc.) pida una excedencia o deje ese trabajo. Debe alejarse de todo lo que contenga productos químicos o sintéticos tóxicos.


USAMOS 30.000 PRODUCTOS QUÍMICOS QUE PODRÍAN SER TÓXICOS


Quizás, amigo lector, piense que la doctora Clark exagera con sus recomendaciones a los enfermos graves (es a ellos a quienes van dirigidos básicamente estos consejos). Sin embargo, lo único que podría reprochársele es tratar de adelantarse a los acontecimientos Respecto a los contaminantes que nos rodean y que forman parte de muchos de los productos que usamos o consumimos diariamente cabe señalar que la Real Comisión sobre Contaminación Ambiental del Reino Unido concluyó recientemente que en la actualidad se están utilizando en la Unión Europea ¡más de 30.000 productos químicos con riesgo potencial! ya que sus posibles efectos adversos en la salud no están debidamente estudiados. Y el estudio hace referencia a los productos utilizados en agricultura, droguería perfumería, cosmética, pintura, veterinaria, electrónica y automoción. De ahí que el informe afirme que en el Viejo Continente la protección de las personas, los animales y el medio ambiente no están debidamente garantizados. El presidente de esa comisión, el bioquímico Sir Tom Blundell, se mostraba rotundo en sus conclusiones: "Dado el estado de nuestro conocimiento sobre cómo los productos químicos interactúan en el medio ambiente podría decirse que estamos llevando a cabo un gigantesco experimento en el que los sujetos de investigación son los seres humanos y todos los demás seres vivos. Es algo sencillamente inaceptable". Y añadía: "Decepciona profundamente que después de un siglo de producción química y décadas de legislación para conseguir la seguridad ambiental no tengamos aún una comprensión adecuada del destino final y los efectos de los productos químicos en el
medio ambiente". Debemos añadir que una vez seguidas las
recomendaciones de la doctora Clark, cuando el paciente se encuentre en fase de
mantenimiento deberá afrontar de forma más pausada una limpieza más a fondo del
hígado, los riñones, la vesícula biliar y los intestinos.


EL ZAPPER Y EL SINCRÓMETRO


Finalizamos explicando que la Dra. Clark utiliza dos instrumentos de apoyo importantes en el tratamiento: el Zapper y el Sincrómetro . El Zapper es un pequeño aparato que transforma la corriente continua de una pila de 9 voltios en corrientes pulsadas de menos voltios pero de muy alta frecuencia que - afirma- lleva a la muerte a los parásitos. En cuanto al Sincrómetro se trata de un aparato diseñado por el hijo de la Dra. Clark que mediante resonancia electromagnética entre dos productos -un "testigo" del elemento contaminante y el objeto a analizar- se puede conocer si un
producto está contaminado o no (aunque no en qué medida). En lo que a los tratamientos convencionales para el cáncer se refiere, la Dra. Clark acepta la cirugía -siempre que no deje daños permanentes en el organismo del paciente- pero no es partidaria de la quimioterapia por considerarla excesivamente tóxica aunque en casos extremos, para ganar tiempo, podría contemplarla excepcionalmente. Terminamos diciendo que como ocurre con todos los acercamientos naturales al curso de una enfermedad las teorías de la Dra. Clark tienen seguidores que afirman ser testigos vivos de las curaciones conseguidas y detractores que sostienen la falsedad de sus teorías y la inutilidad de su tratamiento. ¿A alguien le extraña?


Principales contaminantes químicos


La doctora Hulda Clark afirma que en los tumores se encuentran presentes -en mayor o menor cantidad- los siguientes organismos y contaminantes que es preciso erradicar de organismo para que éste sane. Son éstos:


-Ascaris.


Se trata de parásitos que en los organismos enfermos destruyen la vitamina C. Según Hulda Clark pueden provocar enfermedades tan diversas como eccemas, ataques epilépticos esquizofrenia, depresión, asma y alteraciones en el VCM (volumen corpuscular medio) dependiendo del cuerpo que lo hospeda y del órgano dónde esté implantado.


-Hongos.


Cuando se analiza un tumor se encuentran sistemáticamente Aflatoxina B y Patulina. La Aflatoxina B es altamente cancerígena y llega al hígado mediante la ingesta de alimentos que contienen mohos no visibles a simple vista o no detectables. Es el caso de la cerveza el pan de más de dos o tres días, la fruta muy madura, los cereales y los frutos secos. La Aflaxotina B es producida por un hongo del género Aspergillus e inhibe la replicación y trascripción del ADN.


En cuanto a la Patulina es una micotoxina cancerígena que está siempre presente en los tumores pero, sobre todo, en las glándulas paratiroides lo que inhibe la capacidad de éstas de producir el llamado Factor de Necrosis Tumoral (FNT), herramienta natural que el organismo utiliza -se produce en las glándulas paratiroides desde donde se envía al órgano afectado- para tratar de impedir el crecimiento de un tumor. Por eso todo enfermo de cáncer tiene FNT y carecen de él las personas sanas. La Patulina es producida por el hongo Penicillium y la podemos encontrar en las magulladuras de la fruta maltratada. Se sabe que es carcinogénica. Pues bien, cuando la Patulina está presente en el organismo deja de producirse el FNT. En suma, si se elimina la Patulina el organismo vuelve a poder producir FNT y reducir los tumores


-Bacterias.


De todas las bacterias que pueden detectarse la especie Clostridium es de las más difíciles isopropílico, como ya hemos explicado anteriormente. Se esconden sobre todo entre los empastes dentales, coronas, cápsulas, etc. Coloniza el intestino y a veces también el estómago y el esófago.


-Cobre.


El cobre metálico reduce fuertemente el nivel de hierro lo que conduce a la destrucción de sistema inmunitario. Entra en el organismo procedente del agua que atraviesa tuberías de cobre y de algunos empastes metálicos o plásticos.


-Cobalto.


El cobalto inorgánico -o sea, en estado metálico- también es tóxico. Inhibe la utilización de oxígeno y propicia el crecimiento tumoral. Sus efectos se extienden también al corazón Este metal ha reaparecido gradualmente y ahora lo podemos encontrar en los detergentes para lavadoras (granitos azules), para platos, en los empastes dentales, en el plástico de las dentaduras, en los enjuagues bucales y en otros productos.


-Vanadio.


Este metal inorgánico conduce en el hígado a la formación de edema generalizado. La contaminación por vanadio puede provenir de los gases de escape del coche o de calentador de gas del agua, de una fuga de gas, de una fuga del refrigerante de la nevera etc.


-El ácido malónico.


Inhibe la utilización del oxígeno propiciando el crecimiento tumoral y disminuye la inmunidad de la persona. Sólo se halla en productos vegetales y nunca se encuentra en estado libre en animales o humanos sanos.


-El ácido maleico.


De la misma familia que el ácido malónico se halla especialmente en los productos que usa el dentista: material para empastes, adhesivos, aglutinantes, imprimadores, polimerizantes etc. En resumen, los parásitos producen Factores de Crecimiento Tumoral y convierten en malignos tumores que en un principio no lo son. La contaminación con metales presentes en las comidas o el ambiente inhibe la función del sistema inmunitario permitiendo que las células tumorales crezcan sin control.